Perdidos en el espacio

Este artículo fue publicado originalmente el 9 de febrero de 2018 en el diario El siglo

El martes, la empresa SpaceX propiedad del magnate sudafricano, canadiense y estadounidense, Elon Musk, realizó el primer vuelo de ensayo del Falcon Heavy, el cohete más potente del mundo, con una capacidad de llevar 64 toneladas de carga, convirtiéndose en el más grande que se ha lanzado al espacio desde que NASA lanzara en 1973, el Saturno V. ¿Por qué es importante? Porque esta será la nave encargada de enviar al espacio las próximas misiones tripuladas a la Luna y Marte y, sobre todo, porque SpaceX es una empresa privada.

Mientras este fascinante evento que ha cambiado el curso de la historia y nos acerca a la anhelada conquista del espacio se estaba llevando a cabo, la gran mayoría de guatemaltecos no tenía ni la más remota idea de lo que estaba ocurriendo. En mis redes sociales, solo una chica y yo estábamos compartiendo los enlaces en Twitter; y ella misma me comentó este hecho. Un gran número de los usuarios de las redes se encontraban en la cotidiana lucha de, ¿a quién amo más? Seguramente se debe a que es febrero y se avecina el día de San Valentín, que todos andan tan cariñositos, dando sus muestras de solidaridad y amor a su respectivo bando, cuales hinchas de un equipo de fútbol. Sin darse cuenta de que eso sólo divide y fracciona más al país. Hemos llegado a tal extremo que el día de hoy ya se estaban disputando quién hacía la camiseta más chula. Mientras tanto, el país no avanza, Joviel se sigue enriqueciendo y sacrificando al estudiantado, asesinan a motoristas inocentes por robarles su moto, en fin.

Una camiseta o una calcomanía indicando a quién amo, no va a solucionar los problemas del país. Los guatemaltecos estamos hartos de las palabras y no hemos visto más que circo, porque hasta sin el pan nos han dejado. Lo más irónico es que algunos de los que hoy lucen con orgullo su, «YO AMO A XXX», los he escuchado en otras ocasiones burlarse de los creyentes que orgullosamente lucen su, «YO AMO A JESUS». ¡Doble Moral!

Esta lucha entre el bien y el mal que se está llevando a cabo me recordó a la magistral obra de J.R.R. Tolkien, «El Señor de los Anillos», en el tercer libro, o la tercera película, «El retorno del rey», recordarán cuando Frodo y Sam llegan finalmente al volcán para destruir el anillo, —un anillo que significa poder, poder absoluto—, y Frodo, luego de tantos esfuerzos, en vez de destruirlo cae en la tentación del anillo. Al final el anillo es más poderoso que la voluntad de Frodo, solo que acá no se sabe quién es Frodo, quien es Gollum o quien es Sam.

La tentación de llegar al poder es demasiado grande, muchos podrán tener las mejores intenciones, pero una vez lo obtienen, ese poder los domina, ¡nunca olvidemos esto y tengamos cuidado con la idolatría!

Luego de esta digresión, volvamos al Falcon Heavy. Una de las cosas más fascinantes de esta nave es que es que es reusable. Cuenta con tres cohetes, los dos laterales son los aceleradores y se desprenden en el trayecto, para que el central, el “core”, continúe con el impulso hasta dejar la carga en el espacio. Los tres cohetes están diseñados para regresar a tierra y aterrizan de forma impecable. En esta primera prueba se ha perdido el central, pero eso no le resta mérito a esta hazaña que es la más importante que se ha llevado en el Siglo XXI. A partir de ahora, SpaceX se convierte en la empresa aeroespacial más importante, convirtiéndose en el proveedor de transporte de la NASA, empresas de telecomunicación satelital y el Ejército de los Estados Unidos. No quiero dejar de reconocer al olvidado SpaceShipOne, la primera nave espacial privada que orbitó en el espacio el 21 de junio del 2004. Esta nave rompió el mito de que solo una empresa estatal como NASA podría viajar al espacio.

Mientras Musk ya está planeando cómo llevar la primera nave tripulada a Marte, los guatemaltecos seguimos perdidos en el espacio.

Escritora independiente, columnista, bibliófila y entrevistadora del programa A las 8:45 por Canal Antigua.